La obra lleva un avance del 40 % y se estima que esté terminada para el primer trimestre del próximo año. Productores de la zona resaltaron el progreso que traerá para la región los trabajos como el evitar que los jóvenes emigren a los centros urbanos cercanos. La obra tiene un presupuesto oficial de unos 90 millones de pesos y el plazo de ejecución es de 26 meses.
“Llegó el día, para nosotros es una maravilla, tener un camino así, lo soñamos durante muchos años. Es una obra muy importante que nos llena de beneficios”, aseguró entusiasmado Bernardo Rubi, productor avícola, quien recordó que hace 40 años que vive en el lugar desde cuando se colocó ripio.
“Le soy sincero, yo dije que hasta que no veía la obra hasta como va a ahora no creía. A esta ruta le habían puesto el nombre de la empachada por la cantidad de veces que la midieron”, indicó el productor apícola, Oscar Atilio Buneau, a punto de cumplir 60 años en el lugar.
Sus recuerdos se remontan a la infancia cuando se hizo una repavimentado de la ruta que luego se fue deteriorando hasta llegar a estar intransitable. Ahora, no oculta su alegría porque va a poder pasar el colectivo y los vecinos de menor recurso ya no tendrán que gastar su dinero en remises para ir a Villaguay o Basavilbaso.
“Acá en los pueblos chicos no tenemos médicos, viene una o dos veces a la semana. Cuando los caminos estaban feo ni si quieran podían venir”, acotó Rubi a cuyo relato se le suma el de Buneau para detallar que cuando tenían un enfermo los remiseros entraban pero a veces no querían entrar para no romper los vehículos.
Los problemas por el deterioro del camino se presentaban también para los camiones procedentes de Concepción del Uruguay que abastecen con alimento balanceados para los pollos que se quedaban en el barro. “Ahora ya no pasará eso y tampoco tendremos el polvillo que levantan los camiones cuando pasan por el ripio”, coincidieron en destacar los entrevistados.
• Crecimiento de la población rural
• Crecimiento de la población rural
Contrariamente a lo ocurrido décadas atrás, la pavimentación de rutas trae aparejado el crecimiento y desarrollo de las poblaciones rurales lo que posibilita que los jóvenes se queden en su lugar de origen y no migren hacia los centros poblacionales.
Maximiliano Rubi, es un joven que decidió apostar a quedarse en el lugar que lo vio nacer y formar parte de la nueva generación de jóvenes entrerrianos que apuestan a quedarse a vivir en la zona rural, en este caso de la Villa San Marcial.
Al explicar los motivos por lo que decidió volver a sus pagos tras cinco años por Paraná, pasa a detallar que ahora se ve un interesante crecimiento poblacional en la zona. “Ahora con la ruta pavimentada te podes quedar y trasladarte tranquilo a cualquier localidad. Es algo que no lo cambio por nada”, relata para enseguida agregar que también el número que asisten a la escuela del pueblo aumentó por ya no tienen problema en asistir a clase los días de lluvia.
“El pueblo creció. El último censo dio unos 700 habitantes en la zona urbana a los que habría que sumarle los de las colonias rurales. Tenemos una escuela primaria y otra secundaria. También hubo un bachiller para adultos que esperemos que vuelva. Antes los chicos viajaban a Villaguay a hacer la secundaria y tenían que pagarse una pensión. Ahora no, vienen al colegio de acá, de la zona y viajan todos los días. Antes salía el que podía pagar el remises”.
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