En un discurso que se extendió por casi 20 minutos, Urribarri señaló que la reunión se concretaba con el “enorme conmoción y dolor” por la partida del ex presidente de la Nación, a quien calificó como “un gran amigo”. Luego, postuló que, antes de Kirchner, “nadie, nunca, había ayudado tanto a Entre Ríos”.
El gobernador explicó también que la convocatoria respondió a la necesidad de “ratificar, orgullosamente, la pertenencia a este proyecto de dignidad”. Asimismo, dijo que la partida del ex – mandatario nacional fue su “último y gran acto generoso de aporte a la política” y subrayó, recordando lo que fueron sus funerales, la “irrupción volcánica” de la juventud en la política nacional. Más adelante, en su intervención, pidió a todos los partidos políticos que abran las puertas a los jóvenes, hecho que constituiría el “mejor homenaje” al desaparecido líder.
Ante una plaza colmada, Urribarri confesó que su interpretación del pedido silencioso que hicieron las decenas de miles de personas que pasaron por el Salón de los Patriotas Latinoamericanos durante las exequias de Kirchner era que los dirigentes encolumnados detrás del proyecto “sigan y terminen lo que este hombre empezó”.
El titular del Ejecutivo provincial aprovechó la ocasión para devolver críticas a sus detractores, al recordar que “cuando abracé este proyecto, me dijeron que estaba loco. El tiempo nos dio la razón: no estaba equivocado”.
“Los equivocados eran aquellos que nos denostaban, los que hacían y hasta hoy hacen, loas al pasado. Los que antes y hoy, siempre están trabajando para que los gobiernos fracasen y luego aparecer como bomberos, como dijo un amigo ‘bomberos con cajas de fósforos en los bolsillos. Me di cuenta que los que siempre estuvieron equivocados eran los que tenían un proyecto de poder y no de provincia”, sostuvo.
Urribarri afirmó que el último mensaje que dejó Kirchner fue “si están seguros de donde están, sigan así. No se vendan, no especulen, no transen. No dejen sus ideales en la puerta”. Una multitud que se agolpó en la plaza seguía con atención sus palabras. Frente al escenario de casi 15 metros, se ubicaron dos corralitos para que se sienten funcionarios, legisladores y los intendentes. Detrás, invitados especiales. Luego, coparon la acera de la Municipalidad hasta la sede del Nuevo Banco de Entre Ríos los militantes de UPCN, que asistieron en respaldo de su secretario general, José Allende, que tuvo un sitial de privilegio: en primera fila, entre los ministros de Gobierno, Adán Bahl, y de Desarrollo Social, José Cáceres.
Además de los integrantes del gremio estatal, no hubo otra columna identificada. Toda la vereda de la Municipalidad fue ocupada por jóvenes y, sobre la plaza completada hasta la mitad por asistentes, se observó además la presencia de una gruesa cantidad de público que no fue movilizada por ningún dirigente, sino que concurrió por motus propio.
El acto comenzó a las 19:25, con la presentación del locutor oficial, que abrió paso al minirecital del grupo “Tierra Adentro” que, como prólogo a la intervención del gobernador, tocaron dos temas: Azul y Blanco (de Víctor Heredia) y Corazón Libre (de Rafael Amor). Luego se pasaron dos videos alusivos. La gente chifló al proyectarse la imagen de la retirada de Fernando de la Rúa en helicóptero de Casa Rosada y aplaudió los planos de las fotografías de los desaparecidos durante la última dictadura.
El escenario se cerraba con una gigantografía de Néstor y Cristina Kirchner. Más adelante, estaba el atril, que le quedó un poco alto al gobernador, al punto que debió recurrir a un banquito para llegar a los micrófonos.
La lluvia constante, pero tenue, marcó los momentos previos al discurso. Pero cuando Urribarri subió al escenario, luego de la presentación formal y tras un golpe en la pierna de aliento que le dio su vice, Eduardo Laurito, la precipitación cesó por completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario