Según manifestó Urribarri a los medios, entre los que se encontraba APF, “antes de asumir había hecho una propuesta a la sociedad entrerriana de iniciar acciones en cooperación entre el sector privado con el público para llevar adelante distintas acciones. Esta de hoy me alegra enormemente por muchas cuestiones. Primero, porque se materializa esta idea de cooperar entre el sector público y privado; porque se hace en un rubro que ha sido a nuestro entender una de las principales apuestas en materia de iniciativa del estado y que tiene que ver con convertir a Entre Ríos en un verdadero complejo agroalimentario”.
También “me alegra muchísimo porque se logra con un sector que tiene un prestigio importantísimo en la sociedad entrerriana como es la Caja de previsión de médicos bioquímicos, juntos vamos a hacer una inversión importantísima en la ciudad de Villaguay para llevar adelante una fábrica de biodiesel con otro tipo de derivados para el sector agroalimentario en una escala importante cuando hablamos de tonelaje y también porque claramente es la primera vez en décadas que el sector privado y el sector publico nos ponemos a trabajar a mediano y largo plazo”, agregó.
“Es enorme el paso que damos pero esto no surge de un día para el otro, fueron meses de trabajo y recuerdo horas antes de partir con la presidenta a la Asamblea de Naciones Unidas fui a la sede de la Caja de previsión y estuvimos charlando un buen rato. Le terminé de explicar de qué se trataba esto y a los cuatro o cinco días, cuando regresé, Roberto Schunk me daba la feliz noticia que la Caja había resuelto apoyar esta iniciativa participando en una inversión importante”, contó el gobernador.
Al respecto, manifestó: “Es un paso enorme que se suma al proceso de crecimiento de la actividad agroalimentaria pero que también seguramente va a tener como reflejo actitudes similares en otros sectores de la actividad privada entrerriana”.
Ante la consulta de esta Agencia por las fuentes de trabajo, respondió que serán “muchísimas”. “Es importante la generación de puestos de trabajo pero además en lo que tiene que ver con la competitividad de nuestro productor agropecuario. No es lo mismo entregar la soja al lado que tener que ir al puerto de Rosario. Entendemos que la competitividad por tonelada se mejora en varios dólares porque la producción se va a entregar al lado para que sea procesada, elaborada y luego transformada en aceite de soja, en biodiesel, esto es muy ventajoso”.
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