Viendo y escuchando a la oposición, pretendo, con esta nota, decir que es oportuno hablar de la solidez e independencia economía de nuestro país, hoy en día, sobre todo si se la analiza en retrospectiva. ¿Que quiero decir con esto? Que el mundo está padeciendo (hoy con algunos signos y/o intentos de recuperación) una de sus peores crisis, basta seguir lo que pasa en EE.UU., España, Francia o Grecia (España, Francia y Grecia son países que integran la U.E.) con la inestabilidad financiera, para darse cuenta de la magnitud de la misma. En otro momento de nuestra historia este desequilibrio mundial hubiese producido en la economía argentina una paralización inmediata de la actividad industrial, comercial, etc., además de una inflación incontrolable, acá es necesario recordar la situación del país que dejó el gobierno el ex Presidente Alfonsín, en la cual, los precios aumentaban en razón de horas, sufriendo los trabajadores, la angustia de la inflación y recesión. Más cerca en el tiempo, el efecto tequila mexicano, golpeó a nuestro país a mediados de los años ‘90 y produjo en menos de dos meses una fuga de capitales por más de u$s 2.500 millones, la única reacción que tuvo el ex Presidente Menem, para poder sostener la paridad peso=dólar, fue la de aumentar los impuestos para paliar el déficit fiscal, además de préstamos cuyas tasas eran usurarias, la conclusión… otra vez el mayor perjudicado fue el trabajador y eso que la crisis mexicana no fue una crisis global, ni siquiera regional, sino una crisis de un país que no se encuentra entre los que se destacan a nivel mundial.
Con el gobierno de Néstor Kirchner y ahora el de Cristina, nada de esto está pasando, el dólar se encuentra estable, la inflación es moderada, la desocupación es baja, sobre todo si se la compara con los países más importantes con serios problemas de despidos e incertidumbre (Ej. España y EE.UU.), la obra pública no ha desaparecido, ni mucho menos, reconociendo esto, les pido que hagamos un ejercicio de memoria: Autopista Mesopotámica, Acceso Sur, Canal Clavarino, Programas de Viviendas por cooperativas y/o vía Instituciones intermedias, Rutas Provinciales con asfalto nuevo o enripiadas, Programas de Mejoramiento de Barrios, Urbanización de Villas, Mejoramientos Habitacionales, articulación entre el Estado y el sector privado para la ampliación de la planta de gas, energía y planta de tratamiento de efluentes en el Parque Industrial Gualeguaychú, Hospital Bicentenario, edificio de Tribunales y mucho más, es decir, un modelo de desarrollo de un país real, que lleva como gestores al Gobernador de la Provincia de Entre Ríos y al Senador Nacional Guillermo Guastavino en general y al Intendente Juan José Bahillo en particular.
Asimismo, se han establecido programas de suma importancia como los de políticas sociales, computadoras para los alumnos, equipamientos informáticos y la asignación universal por hijo que tiende a la igualdad de oportunidades y a la inclusión social a través de la escuela, generando, esto último un incremento en los niveles de consumo, beneficiando en forma directa e indirecta otros actores en la cadena de comercialización y logística de distribución, además de una mayor asistencia de alumnos en los establecimientos educativos y los necesarios controles preventivos en salud, así como inversiones para la restauración de la ENOVA y para escuelas nuevas, como el caso de la E.E.T.Nº 3 y Héroes de Malvinas, que ponen de relieve la dignidad de nuestros gurises y de los docentes.
Pero, hoy, hay quienes pregonan viejas recetas, quienes son sucesores de Adam Smith (dejando de lado que este economista estaba en contra de la concentración de empresas), quienes nos anoticiaron con federales, con los famosos blindaje y megacanje, quienes ajustaron el bolsillo de los trabajadores, permitiéndose hoy, hablar de reservas porque en forma inédita hay acumulación de reservas, fundamental para respaldo de nuestra moneda y al que no estábamos acostumbrados a hablar porque sencillamente no existían. Este gobierno con aciertos demuestra que no es una condición sine qua non arrodillarse ante el más fuerte, para aplicar políticas de estado serias y conducir a su país a la estabilidad, que su PBI desde el año 2005 al 2010 creció más del 200%, por ello siendo claro y concreto, el pueblo APUESTA y CONFÍA en un gobierno que después de muchos años, idas y vueltas, postergaciones y olvidos, nuevamente ha puesto AL HOMBRE COMO SUJETO y no como objeto, es decir, que de un tiempo a esta parte (año 2003 para acá, después de la crisis del 2001 y la devaluación) en la Argentina las cosas se están haciendo como se debe… MÁS ALLÁ DE LOS INTERESES, de los PODEROSOS y de los –hasta ahora – DUEÑOS DE LA VERDAD.
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